jueves, 7 de enero de 2010

R de Rumba pide que los músicos dejen de lamentarse y "salgan a la carretera"




Arte+Sano:
Más que R de Rumba, parece que ha hablado por su boca, el genio que en sus sienes habita... o su dignidad como artista activista y el amor propio que lo hace preclaro y reivindicador. ¿Pero cómo se puede movilizar un artista New Age, para reivindicar que le den más conciertos y posibilitar con ello que venda más álbumes, si su lenguaje musical es altamente minoritario, porque  además no se fomenta desde ningún lado? ¿Cómo salir de ese secretismo marginal aún contando con cualificación académica, musical...y talento, más contando con todo lo que haga esté cuajado de talento? ¿Melodramática salida esquiva no, querido melómano? Tú que si sueles estar acostumbrado a encumbrarte con sus músicas, atreviéndote a escucharlo, y recomendarlo por lo bajito a cada ocasión que puedes.

Haiku:
Muy buenos los comentarios. Claro ¿cómo salimos con esta música a la carretera?. No es música precisamente para la "calle" con una guitarra y voz y cuatro panderetas. Es como si le pidieras a una orquesta sinfónica que desfile como una banda de pueblo. En fin, la intención es buena pero la solución sólo para algunos. Además, ¿cómo va la gente a valorarnos sin el apoyo mediático?. La calle es la calle. Por donde la gente pasa y no se detiene. Te acuerdas del experimento del violinista en Nueva York. Ni puñetero caso (sólo algunas personas sensibles).





Arte+Sano:
¿Sabes que ARA MALIKIAN, un violinista virtuoso de nacionalidad Armenia, afincado en España, hizo la misma experiencia de Joshua Bell en un metro de Madrid para un diario digital? He aquí el resultado. El mismo Malikian tiene la respuesta más coherente a la posible pregunta: ¿Crees que el Talento o el Arte sería reconocible a simple vista en unas circunstancias tan especialmente adversas, que para simplemente solazarse con la música ya cuesta concentrarse?

La respuesta del Arte Sano, vendría dotada con más reflexiones: ¿Qué hubiese pasado si en lugar del metro, lo hubiese hecho frente a la fachada del Liceo de Barcelona, o un Ateneo, o a las puertas de una Universidad, o al pie de fachada de Grandes Teatros de Madrid, Bilbao, Sevilla o Valencia? [...] ¿Consideraríamos a estos ateneístas, liceístas, universitarios, unos insensibilizados auditivos por no pararse a oír? ¿Hubiese variado la experiencia, la respuesta receptiva y la atenta mirada de los transeúntes -melómanos o no- y por tanto la recaudación mejor resuelta? [...] ¿Y si hubiese "tocado y dado a la fuga" por las calles de Viena, ciudad reconocida mundialmente, como capital de la música? ¿Se hubiera resuelto en decir, sin decir nada  que todos estos seres  son unos insensibles? No lo creo. Lo que creo es que se intenta inocular indirectamente bajo arquetipos preestablecidos, que la miel no está hecha para según que clase de burros. Y por tanto, estos son incapaces de reconocer la presencia artística ni de cerca. Ese es el grandioso mensaje sesgado que se nos quiere hacer concluir, sin maldad, por supuesto.

Y si se diese por caso que aprovechando unos metros cuadrados en el templete de una plazoleta durante algún festival en las calles tomadas por el Intercéltico de Lorient, Avilés o Edinburgh; o paralelamente a los día propicios del "Mercado de Música Viva de Vic"  O en centros de gravedad musicales, donde el derroche de arte y calle se abrazan y manifiestan; o como en el Sacromonte cualquier guiri apreciaría... lo que uno de tantos Monkeys o gitanillos flamencos llevan en sus venas y se les adentra por sus orejas... resulta, ¡qué en estos seres algo empieza a despertar de donde no había nada! ¡No sería todo un triunfo sorprendente!

El Arte es reconocible cuando las condiciones son propicias. Cuando las tradiciones culturales del pueblo lo amamantan y fomentan. Cuando el ajetreo transeúnte es inadecuado, inesperado, ni se espera, ni nos desespera a intérpretes, instrumentistas u oyentes, con ánimo de escuchar sin estruendos de fondo que los distraigan de su percepciones atentas. El Arte es conocible cuando la expresión artística se vive como una fiesta, como un don y una forma de vida; cuando hay sacrificio y entrega. Tanto por parte de la concurrencia, como por la de los propios artistas que se/lo expresan. Cuando la predisposición a buscarlo sea nuestro incentivo y panacea cada día. Nuestro latir y nuestro sentir más hondo en el corazón; corriendo por las venas esa sensación emocionante y vibrante hasta que el ser físico -que somos- se muera. Y no veamos en el que lo ejecuta a un indigente más, pidiendo con su gorra por las aceras. Entonces podremos disfrutar del arte Callejero, del arte sincero, el bocacional y  de toda clase de ARTE verdadero ...y no antes.

Gozaremos del sorpresa, del improvisado, del ancestral y tribal ... de cualquiera... sin mayores complejos de elitismo o de culpa. Otra cosa es poder vivir holgadamente de ello. Hay muchos farsantes entre tanta competencia. Pero no podemos caer en el olvido de que el arte emana del pueblo, de las raíces,  de dentro del artista, del homo sapiens; y que casi sin saberlo han querido expropiárselo de algún modo de su memoria a nuestros congeneres. Unos pocos elegidos podrán crear arte, pero todos podemos intentarlo, puesto que es una expresión y un lenguaje preverval de los sentimientos. Si miramos a nuestro alrededor ya ni se reconoce, cuando escuchamos sus sones tintinear a la vera nuestra. Por calles o plazuelas. Y me pregunto: ¿Qué clase de dejación cultural y educacional, tendrá la culpa que hayamos llegado a este punto sin retorno de desamor por el arte? ¿En qué hemos fracasado -con indiferencia inconsciente- en este país y en esta cultura mercantilizada para sustraernoslo de un modo tan rotundo? haciéndonos sentir que esto es así con tanta naturalidad. [...]

Como bien apuntas Haiku, ¿Cómo va la gente a valoraros sin el apoyo mediático, cultural, institucional y de los ayuntamientos..., casas de la cultura, y demás estamentos regionales y locales... de fundaciones y de comunidades o asociaciones de vecinos... sin ningún BONO CULTURAL ni apoyo, que potencie  toda esta Evolución Cultural y el amor por el sano arte?

A ver cuando cunde el ejemplo entre comunidades, ludotecas, colegios, movimientos vecinales, organismos y estamentos, Internet, para impulsar arte y cultura, de verdad, con criterio, para el pueblo vespertino.  Para los fans abrazantes, Para  todos sus incondicionales que se alimentan de sus placeres. Y con ello este pueblo respire, inhale, despierte al criterio, absorba y se oxigene; valore y responda a sus artistas con reconocimiento. Sería toda una manera de empezar con buen pie y mejor oído, educándonos desde las bases,  hacia la cúspide, en este presente año que comienza.